Noches
Mas Pi, sitio de encuentro.
Estamos en el cruce y se nota. Intentamos aportar dinamismo y ofrecer nuestros espacios para mucho mas que comer, beber y bailar, aunque gozamos de las tres cosas.
Copas.
Preparamos una cantidad reducida de cocktails y combinados, pero los que hacemos intentamos que sean los mejor que has probado.
Al anochecer.
Mas Pi se transforma. Como los bichillos en mariposas.O quizás como renacuajos en ranas a la espera de una última transformación. Sea como fuere, mantenemos las señas de identidad: Disc Jockeys y música en directo.
Música en directo.
Desde que empezamos en el 2000 los conciertos han sido una parte irrenunciable de nuestra vida.Mientras sigan encontrándose músicos y audiencia y nos lo permita la autoridad.
Ya es tradición y podéis contar con ello, cada viernes tenemos un grupo en directo en Mas Pi.

Días
La hora del te.
La mayor parte del tiempo no estamos en plan rock'n'roll, y el Mas Pi es un sitio bastante agradable para tomar un te y charlar un rato. Tenemos una buena selección de infusiones y todo lo que necesita la ceremonia.
Las paredes hablan.
Permanentemente exponemos las obras de los autores que Enric Puigsegur selecciona para nosotros.Consulta nuestro facebook y sabrás que exposición viste nuestros muros.

Le Piano
La inspiración.
Parece pedante hablar del piano tansolo porque Lluís Llach tocó en el, pero es que no sólo tocó, ahí compuso l'estaca, y esto no es poca cosa.
Todo lo cual fue hace mucho tiempo, cuando los desodorantes no hacian falta, el sueño –y la realidad– de muchos jovenes era vivir en una comuna, y els Seat Fuego arrancaba silbidos de admiración entre los que no estaban en la comuna.
Y en este contexto las primeras notas de l'estaca salieron de nuestro piano. I la canción no tiene tantas notas, así que el mérito es notable.

Escuchad la canción de vez en cuando, y si no se os llenan los ojos de lágrmas preguntaos el porqué.
Ya nos gustaria que personajes con el talento y el impacto de Lluis Llach nos visitasen cada día, y es por eso que valoramos tanto que una parte de su pasado se halle entre nosotros.
Si queréis venir a tocarla en el piano original nunca os lo impediremos. Y si en él componéis una melodía que atraviese generaciones todavía en plena vigencia os lo agradeceremos durante decádas.